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Cuando Roberto López Abad afirmó aquello de que “la juerga se alargó demasiado” y que “alguna entidad no sobrevivirá” (El Mundo 11/04/2008), poco podíamos imaginar que algo más de 3 años después de aquellas premonitorias palabras, estaríamos ante el final de una entidad de 136 años de historia.
Fue en 2008 y en aquel foro opinaba el plenipotenciario director general sobre desaceleración, incremento de morosidad, diversificación de negocio y eficiencia de capitales.
Meses más tarde, en agosto de 2008, nos sorprendió en una entrevista con otras frases de antología: “Dirigir la CAM es una mentira, es una máquina que va sola”. Y preguntado por la galopante crisis, nos dejó más joyas para el recuerdo: “Estamos metidos en un huracán al que no se le ve final, no sabemos cómo comernos este marrón”, y “sabíamos que se nos venía algo encima pero no de esta envergadura”.
Sin embargo, no debía estar preocupado en exceso a juzgar por otros comentarios de esa misma entrevista, negando que se hubieran concedido hipotecas con alegría: “No hay que ser derrotistas con la construcción; en un año se puede corregir el exceso de demanda”. (Diario Información 17/08/2008)
Y tan convencido estaba que continuó asumiendo riesgos en numerosas sociedades relacionadas con la construcción, riesgos como la adquisición de la sociedad mexicana CI en mayo de 2009 o su presencia en más de 60 promotoras inmobiliarias y otros chiringuitos financieros. En su opinión siempre visionaria: ‘la vivienda crecerá menos pero crecerá, ni se acaba el fin del mundo ni será el colapso universal, ni será el fin de la vida; si hubiera crisis inmobiliaria su efecto sería matizado’; y “en 2010 deberíamos estar saliendo de la crisis”. (Diario Información 25/01/2008)
Su sucesora en el cargo también nos dejó frases para enmarcar. En febrero de 2011 la recién nombrada directora general reconoció, ante algunos consejeros, que la tasa de morosidad no era del 4.7% sino del 8.7%. “Eso es lo que hay”, les espetó. Y durante el consejo del SIP, cuando uno de los vocales estalló -‘Joder, si hace unas semanas nos dijisteis que era del 4%’- se despachó reiterando: “Esto es lo que hay”. (Suplemento Mercados, El Mundo,4/4/2011)
Meses más tarde, en mayo de 2011, y tras quejarse de que “la CAM ha sufrido una campaña de desprestigio sin precedentes que no está fundamentada en datos ciertos ni reales” (Diario Información 10/05/2011) nos regaló el comentario “La CAM no arriesgó demasiado en el sector inmobiliario, operamos como todos los demás” (Diario Levante 15/05/2011). Y se mostraba convencida: “CAM es viable por sí sola”. (Diario Información 10/05/2011)
¿Repetirá ahora ante el Banco de España, aquello de que nadie debe entonar el mea culpa?: “Nadie tiene que asumir ninguna responsabilidad por la situación de la CAM porque no se ha actuado fuera de norma”. (Diario Valencia Plz 16/05/2011) o esta otra: “la asunción de responsabilidades se produce cuando hay actuaciones irregulares que pudieran llevar sanciones de carácter administrativo o, incluso, de tipo penal pero no es el caso en absoluto. Nunca esta caja ha actuado en contra de la legislación y ha sido siempre transparente y cumplidora de sus compromisos”. (Diario Información 15/05/2011)
Así es esta historia y sus protagonistas, y si hoy estamos donde estamos, quizás sea, entre otros muchos motivos, por exceso de orgullo y falta de humildad. ¿Y la autocrítica? En palabras de la directora general, “es bueno hacer autocrítica, pero que cada uno haga la suya propia”. (Reunión directivos CAM 29/04/2011)
Os seguiremos informando. |
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