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JUAN NAVARRO 

En el viaje que hicimos a las grandes praderas, del que el lector tuvo suficiente información en “viaje a USA, Juan Navarro”, observamos, a tenor de las afirmaciones de un titular de ecología y uno de estratigrafía, que habíamos pasado por la mayor diversidad de ecosistemas del hemisferio norte. Pues bien, no he encontrado mayor “biodiversidad” de golfos, sinvergüenzas y demás.

“Que siempre ha habido chorros / maquiavelos y estafaos / contentos y amargaos / barones y dublés / pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolenete / vivimos revolcaos en un merengue / y en el mismo lodo todos manoseaos” (Enrique Santos Discépolo, tango Cambalache 1911), que en los sucesos acaecidos en la CAM y que motivaron su desaparición como institución financiera bicentenaria.

El pasado lunes, cinco de noviembre, ha acudido a declarar en sede parlamentaria de Les Corts Valencianes, Gregorio Fernández Piqueras, empleado en activo de CAM Sabadell o SABADELLCAM o como quieran llamarle, y Pilar Aurora Cáceres González.

La sesión comienza con la bienvenida del Presidente de la citada comisión, Molt Ilustrissim En Rafael Maluenda, el cual inicia su discurso de la siguiente forma: “Bienvenido a su casa, quiero que se sienta cómodo aquí, en les Corts Valencianes, y quiero indicarlo que no viene aquí imputado por nada ni por nadie, ni siquiera denunciado; aquí viene a contarnos qué pasó en la CAM y bueno, jí ji; já já y todo lo demás”, distribuye Maluenda el turno de intervenciones y a partir de ahí, dependiendo del personaje que acude, comienza el fuego graneado.

Claro que desearle que esté cómodo y en su casa a semejantes personajes, me parece excesivo. Una comisión de investigación no son los juegos florales de Balazote; una comisión de investigación está para investigar, debatir, preguntar, interrogar y conseguir, al final, establecer unas conclusiones que indiquen a los ciudadanos qué pasó.

Es decir, interroga la comisión a personajes tales como Roberto López Abad, Modesto Crespo, Joaquín Meseguer Torres, Francisco Martínez García, María Dolores Amorós Marco, José Antonio Pina Galiana, Teófilo Sogorb Pomares, Martín Sevilla Giménez, Vicente Soriano Terol y otros que han llevado a una entidad bicentenaria a la quiebra y posteriormente ser vendida por un euro a unos comerciantes de “mongetes amb botifarra, salchichón de Vich y paños de Terrasa por un euro y encima les “damos la bienvenida a su casa”.

Don Rafael: ¿Sabe usted la cantidad de personas que han perdido sus ahorros de toda la vida para que usted utilice con los responsables de ese expolio, esta fórmula parlamentaria?.

Imagine, por un momento, sólo por un momento, que usted invirtió todos los ahorros de su dilatada vida empresarial, en preferentes y estructurados de la CAM y tuviese la oportunidad de tener a su lado a Joaquín Meseguer Torres, el director general de particulares y sujeto activo de “¡a por ellos!”, refiriéndose a los plazos fijos de ese sin fin de clientes. O imagine que usted, para conseguir un crédito a la exportación del mármol, pongamos de treinta mil euros, la oficina CAM le hubiese ofrecido cuarenta mil, pero como condición indispensable para la concesión, que diez mil se invirtiesen en compra de cuotas participativas, y el responsable de esa estafa piramidal, Roberto López Abad, con el asesoramiento de Emilio Ontiveros Baeza “He comprado cien mil euros de cuotas” o de Luis de Guindos, sí, me lee usted bien, Luis de Guindos (qué bonito apellido), se sienta en la comisión y usted le dice: “Benvingut a la seva casa”. No, no es la forma de recibir a unos presuntos delincuentes, imputados en la audiencia nacional y con fianzas millonarias.

Entiendo que la corrección es necesaria en todas las relaciones humanas y más en la casa de todos los valencianos, pero de ahí al florete hay un mundo.

Bien, en esta ocasión han comparecido Gregorio Fernández Piqueras y Pilar Aurora Cáceres González. La señora Cáceres afirmaba que ella no quiso estar en el consejo de la CAM y ni siquiera quería ser consejera general, pero que la visitó el noveldense José Pina Galiana y la convenció para que entrase en el consejo. Obviamente se requerían personas que no se enterasen de nada y sobre todo que no preguntasen y Pilar Aurora daba el perfil solicitado. Pina Galiana, entonces secretario general, era el responsable de organizar todo el tingladillo para filtrar los impositores insaculados y que formasen parte del “partido CAM”, aquel que decía Roberto López Abad. La señora Cáceres, hizo ademán de soltar una lagrimita, y se acabó.

El otro compareciente, Gregorio Fernández Piqueras, es empleado CAM, jefe de oficina y posteriormente gestor de empresas. Fernández Piqueras era miembro de UGT en la época, como Gisbert, López Abad, Soriano Terol y otros. Gisbert lo encumbró en la UGT y López Abad lo llevó al consejo de administración. Por su cargo en la CAM como jefe de oficina y gestor de empresas, conocía perfectamente las instrucciones que le daba su superior Ildefonso Riquelme Manzanera, respecto a los créditos inmobiliarios, cuotas participadas, depósitos estructurados y participaciones preferentes. Asimismo, si unía ese cargo al de miembro del consejo de administración, estaba enterado de los préstamos que se concedía a Polaris World, Valfensal, Hansa Urbana, Promociones Francisco Hernando (El pocero) en Seseña, Viviendas Sociales del Mediterráneo de Enrique Ortiz y demás. Con lo cual, Gregorio Fernández Piqueras no puede alegar desconocimiento. Le ocurre algo similar a Martín Sevilla Jiménez, el cual de un vistazo a un balance sabe o debe saber, dónde están las trampas pues para ello es Catedrático de Economía Aplicada, claro que si Sevilla Jiménez no supo aplicar la economía fue porque no quiso o porque no supo; en ambos casos la situación es realmente desfavorable para los actores.

Bien, decíamos que Fernández Piqueras fue aupado en la UGT de Juan Galipienso Llopis, a un cargo en la ejecutiva por indicación de Gisbert García y que López Abad lo llevó posteriormente al consejo de administración cuando los conmilitones de Galipienso decidieron fulminarlo como secretario general (en esta vida Gali, el que a hierro mata, a hierro muere), y el primo de Galipienso, Óscar LLopis, se lo llevó como secretario de política institucional de la comisión ejecutiva de L’Alacantí. Obviamente Galipienso estaba liberado por la CAM y seguía cobrando de la CAM sin aparecer nunca jamás. Así entienden estas “vanguardias obreras”, la solidaridad con los compañeros.

“Yo no sabía nada, yo preguntaba, me decían que era el último préstamo a Polaris World y yo me lo creía”, afirma Fernández Piqueras en sede parlamentaria. Es curioso, nadie sabía nada, todos aceptaban las actas que nunca se leían, de la sesión anterior y directivos haciendo de las suyas, comprando fincas en Méjico, Miami, Marruecos y demás, y blindándose con seguros de jubilación e hinchando sus fondos de pensiones y cobrando incentivos que, en ocasiones, casi igualaban su sueldo anual, mientras que la tropa era despreciada y ninguneada. Pero claro, en el año 2001, Juan Antonio Gisbert García marcó el “sendero luminoso” con su millonaria indemnización. Todavía el payo afirma en una entrevista reciente: “yo no quería irme cuando me cesaron de director general, pero no me dejaron quedarme y me prejubilaron como a los demás”. Hay que tener “cuajo” para firmar semejante barbaridad. Juan Antonio Gisbert Garcia firmó un contrato redactado en Madrid, de desvinculación total y absoluta con la CAM y cobrando por adelantado la indemnización, millonaria en euros, y al cabo de unos meses afirmaba que se llevaba el fondo de pensiones al BBVA puesto que no se fiaba de los que quedaron gestionando la caja. Lo cierto es que ahí acertó plenamente. “Estos se cargan la caja en cinco años”, no falló, los cuatro años restantes vivieron del cuento.

Ya está bien de afirmar como hace Fernández Piqueras, que no sabía nada y que todos le engañaban. Cuando uno tiene la sensación de que lo engañan en un consejo de administración, coge la puerta y se marcha y escribe una carta diciendo que dimite. Pero claro, si dimites de la canongía del consejo, te quedabas sin dos viajes anuales “A tó meter” y gratis total, tú y la parienta. Asimismo, dejan de enviarte el regalo institucional de Navidad; en ocasiones una pantalla de plasma de millooooooness de pulgadas, en ocasiones jarrones chinos, maletas de lujo, y por supuesto, comidas, viajecitos, prebendas y demás. Qué bien decirle a la parienta “nena ponte guapa que esta noche cenamos con el director general y el presidente y mañana nos vamos a San Francisco”. Allí no dimitía nadie.

Bien, queridos lectores, que sabemos que sois muchos; algunos se llevan la tableta, no para el dolor de cabeza, sino para seguir estos comentarios cuando van de viaje, por ello, mientras haya o exista un cliente, un empleado, un amigo, de la extinta CAM, que al ver cambiar los colores corporativos ha sentido una desafección en el alma, o un pequeño desasosiego con mezcla de amargura y melancolía; cuando haya sentido que algo suyo ha desaparecido, “Creo que el banco de Sabadell se ha precipitado en el cambio de imagen” (Juan Antonio Gisbert, declaraciones al diario Información en octubre 2012), aquí tendrá siempre un altavoz para denunciar con voz fuerte y penetrante las fechorías cometidas, porque no debe haber paz para los malvados.

Neil Young, compositor y músico canadiense, natural de Toronto, provincia de Ontario, ciudad a la que homenajea en su canción “Helpless” (There is a town in north Ontario),ha cumplido sesenta y siete años, los mismos que mí querido hermano Paco, a él me refiero cuando escucho esta maravilla.

Four strong winds that blow lonely,
Seven seas that run high,
All these things that don''''''''t change come what may.
But our good times are all gone,
And I''''''''m bound for moving on.
I''''''''ll look for you if I''''''''m ever back this way.
Think I''''''''ll go out to Alberta.

“Cuatro vientos fuertes que soplan solitarios, siete mares que marchan altos, todas estas cosas que no cambian, pase lo que pase, pero nuestros buenos tiempos se han ido y yo estoy obligado a seguir adelante. Te buscaré si alguna vez vuelvo por aquí, pensando que marcharé a Alberta”.

Hay una emisora de radio, UMH radio, la radio de la Universidad Miguel Hernández, que emite en 99.5 MHz de frecuencia modulada o bien por Internet: radio.umh.es; allí nos puede seguir, querido lector, todos los viernes de 12.30 a 13.00 horas, en el programa Delicatessen (sutilezas), y de 16.00 a 19.00 horas en el programa “Tres en uno”, les espero con la mejor música y sabemos, ustedes y yo, de qué hablamos.

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