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Susana Abia ¿Por qué se va?
Creo que todas las cosas han de tener un final adecuado y, en mi caso, es aquél que puedo elegir yo. Iniciamos el proceso con una tremenda ilusión y el proyecto es precioso. La fusión de Caja Rural y Cajamar se concibió con un liderazgo claramente compartido y yo pienso que, en este momento, no puede haber más que un mando único. En ese contexto, por tamaño de las entidades de origen y por edad, prefiero dar un paso atrás. Elijo yo abandonar el sector bancario.

¿Qué piensa hacer ahora?
Acabo de anunciar mi marcha, pero durante tres o cuatro semanas, hasta que concluya el proceso de Cajas Rurales Reunidas, seguiré. Y después de un cierto descanso, retomaré una cosa que siempre me ha gustado: la docencia en el ámbito de la Universidad. Montaré alguna pequeña cosita para compartir con empresarios amigos, y estaré si tengo algo que aportar. Lo que voy a ser es mi propio jefe y me dedicaré a cosas más divertidas y menos duras. No volveré a trabajar para nadie.

Se retira y pasa a segunda fila. ¿Qué entiende por segunda fila?
Pasar a segunda fila implica que he decidido, sin ninguna duda de posible retorno, retirarme. He estado demasiado tiempo en primera línea y ahora quiero ver los toros desde la barrera.

¿Lo de retirarse deja la puerta abierta a ser candidato a la Alcaldía de Alicante por el PSOE?
¿Cómo? [se queda perplejo un par de segundos y enseguida reacciona sonriendo] Sin lugar a dudas, no. Yo me estaba refiriendo a no volver a la primera fila en el mundo bancario. Pero si lo que me pregunta es si estaría de acuerdo con encabezar una candidatura a la Alcaldía de Alicante mi respuesta también es no. Ni por el PSOE ni mucho menos por otro partido ¡Estoy muy mayor para esos trotes!

¿Es consciente de que con su marcha la Comunidad Valenciana se queda sin ninguna institución financiera, ni tan siquiera con un alto directivo valenciano?
Si lo planteas como la última premisa, sí es cierto, pero yo soy muy poco valencianista. Ahora bien, hay más de 200.000 socios y más de 1.000 trabajadores de Cajas Rurales Unidas que son valencianos. Es más, el futuro de la entidad pasa por un gran éxito en la Comunidad Valenciana, si son capaces de hacerlo bien. Cajamar es un referente absoluto de mercado en Almería, crecer allí es imposible, pero en Alicante y Valencia sí se puede y mucho; si se consigue incrementar esa penetración la entidad será mucho más valenciana.

Usted que sabe de esto ¿Qué piensa de que hayan desaparecido las cajas?
Yo soy muy crítico con el modelo que se ha elegido para hacer desaparecer a las cajas. Es verdad que ha habido cajas de ahorros, no pocas pero no todas ni mucho menos la mayoría, que se equivocaron profundamente durante el boom inmobiliario. Y no me creo que para solventar el problema la única vía fuera convertirlas en sociedades anónimas. Eso se ha utilizado como excusa. Y más allá hay algunas modificaciones de las últimas que entiendo menos ¿Por qué en el último decreto ley se obliga a que los bancos creados por cajas no pueden tener el 50% o más de su capital social en manos de una caja? ¿Qué hay que lo justifique? Son decisiones de naturaleza política e ideológica que no comparto. Y también hay otros que lo han hecho muy mal y no había más remedio que buscar soluciones traumáticas, pero eso no es excusa para arrasar con el subsector.

¿Y cómo terminará esto? ¿Nos quedamos sólo con cuatro o cinco bancos? ¿Eso es bueno o es malo?
La concentración que se ha producido, y la que queda por venir, sin ninguna duda limita la competencia en un sector vital. Subsistirán un número determinado de entidades y, sobre todo, desaparecidas las cajas como referentes locales y regionales, las Cajas Rurales deberían hacer el esfuerzo de cubrir ese vacío, poco a poco, porque no es fácil. Ocupar ese hueco como entidades ligadas al territorio y a lo local, también por la proximidad que da la cercanía física.

¿Le parece normal que todo el sistema financiero valenciano haya reventado?
Normal no me parece. En particular en el caso valenciano, lo que creo es que la CAM y Bancaja lo han hecho muy mal, era difícil hacerlo peor. Y tenemos la consecuencia de lo que se ha hecho. No era inevitable hacer cosas que se han hecho: hacer sociedades con promotores poniéndolo todo tú es hacer sociedades a pérdidas. Y no hay prácticamente ninguna entidad en España que tengan más suelo financiado que Bancaja y la CAM.
Caja Madrid puede tener muchos pisos, pero una cosa es tener ladrillos y otra cosa es tener huertos esperando a ser recalificados. Han comprado todo el suelo del mundo.

¿Y a su juicio quién o quiénes son los máximos responsables?
Antes decía que tiene que mandar uno, y eso no significa que ese uno sea un dictador absolutista, eso no quiere decir que un primer ejecutivo no tenga un consejo por encima, ni supervisores, en ese sentido la responsabilidad está repartida. Dicho eso vuelvo un poco al análisis de antes, lo que es igual para todos no es diferente para ti. ¿Qué ha habido fallos de supervisión? Sí. Pero la regulación ha sido la misma para todos y a todos no les ha pasado lo mismo, luego en muchos casos es evidente que la máxima responsabilidad ha sido de los primeros ejecutivos.

Usted ha dirigido varias cajas ¿Quién mandaba? ¿Usted, los políticos o a pachas?
¡Ja, ja! Yo no me voy a esconder, yo he sido un director que mandaba mucho. Algún presidente, que no voy a nombrar, me decía: Juan Antonio, tú te crees que esto es tuyo. Y yo le preguntaba ¿en qué sentido lo dices? Porque si lo dices porque lo administro como si fuera mío es un gran halago. Pero si lo dices pensando que hago un uso patrimonial de la caja, entonces te llevo a los tribunales. La he dirigido con la máxima prudencia y ahí están los resultados ¿Eso significa que el consejo no tuviera un papel relevante? No. Para que la entidad fuera bien era necesario un grado de sintonía importante entre el consejo y la dirección, y de confianza y de transparencia de la dirección para informar de los temas y eso ha funcionado. Bueno, funcionó durante algún tiempo y cuando dejó de funcionar se rompió la sintonía y yo tuve que salir. ¿Que existe un componente político en el tema? Sí, de un partido u otro, eso está claro. Cuando los políticos han querido utilizar e influir a una entidad de crédito orientándola a unos intereses determinados, distintos a los de la propia entidad, ha llevado al error. Dicho eso, la CAM no se ha hundido por haber financiado Terra Mítica. No, no se ha hundido por injerencias políticas. Y lo mismo con respecto a Bancaja. La Ley de las Cajas de Ahorros no era una buena ley, pero con esa legislación hay cajas que han funcionado muy bien.

¿Cómo se explica que ninguno de los directivos de la entidad que ha provocado el primer rescate de España, Bankia, todavía no haya pisado un juzgado?
No tengo ninguna explicación. Creo que UPyD ha presentado una querella que ha sido aceptada, pero como implica a todos los consejeros de Bankia puede que en el siglo XXIII haya terminado.

¿Pero no le sorprende?
Bueno, en el ambiente social generado sería más entendible que hubiera procedimientos serios en marcha, porque hay un clamor exigiendo que quien lo ha hecho lo pague.

¿Tenía Bankia mejores padrinos que la CAM?
Cualquier opinión será mirando a las nubes,porque no tengo constancia absoluta. Hombre, el presidente de Bankia ha sido vicepresidente del Gobierno español y director del Fondo Monetario Internacional, un hombre relevante, eso es evidente. ¿Que influya o no? No me atrevo a opinar, tengo el derecho a intuirlo, pero no lo afirmo.

¿Dígame, qué es lo que ha ocurrido en la CAM?
A estas alturas nadie lo puede dudar. Yo me fui en 2001 y tenía colaboradores que en ese momento ya llevaban más de un año pidiéndome financiar suelo y otras operaciones, y no se hizo. Me marché, se hizo y se hizo mal. Se han tomado unos riesgos desmedidos y al estallar una crisis durísima se ha pagado. Pero la crisis durísima no nos ha llevado a esto, sino al revés. Todo lo que hemos estado haciendo mal es lo que nos ha llevado a la crisis.

¿Entonces cree que las inversiones inmobiliarias han sido la primera causa de la debacle?
En el caso de la CAM y Bancaja el derrumbe responde a una política de inversiones desproporcionada e irresponsable.

Si usted hubiera estado al frente de la caja, ¿la CAM seguiría existiendo?
No puedo afirmar, si yo hubiera continuado, qué hubiera hecho finalmente. Lo que sí puedo decir es que mientras estuve no lo hice, eso es un dato.

El informe del Banco de España, con quien usted no ha tenido precisamente buenas relaciones, dice que la CAM perdió el control cuando usted se fue.
Creo que lo que quiere decir es lo que ha pasado. Cuando estaba Juan Antonio Gisbert, que también estaban muchas otras personas como Baldomero Satorre o Jorge Abad, nuestra idea de dirección se basaba en establecer criterios, normas y el control de que las cosas se hacían como debían hacerse. Se establecían protocolos y se cumplían a rajatabla. Eso evita la arbitrariedad. Yo no he estado, pero por lo que he leído en prensa, esa forma de dirigir desapareció. Ha habido más creatividad, lo de mi época era más aburrido.

¿Y cómo valora la actuación de los inspectores del Banco de España en la CAM?
Pues supongo que lo que veían lo transmitían en informes confidenciales a sus superiores y, con la información que tenían en cada momento, irían decidiendo qué era lo mejor. No siempre hacer lo que aparentemente hay que hacer es lo mejor. Seguro que el Banco de España tenía una idea de que la salida razonable para la CAM era entrar en una operación corporativa. Creo que ha estado intentado por todos los medios buscar una solución que evitase lo que finalmente ha sucedido. Lo que ocurre es que en aquel momento el Banco de España no tenía siquiera instrumentos legales a su alcance para hacer cosas que hoy sí podría hacer y tenía que contar con la colaboración de la propia entidad para resolver sus problemas.

¿Le parece correcto que los directivos se hayan llevado indemnizaciones millonarias?
¿Se los han llevado de verdad? Yo no he visto sus cuentas. Si suponemos que es verdad me parece tremendo, terrible. De todas formas, es un tema que está en cuestión, está en los tribunales y los jueces decidirán.

Pues usted no se llevó menos cuando se marchó.
¡Nooo! Vamos a ver, son dos cosas muy distintas. Yo no me prejubilé voluntariamente. A mí me invitaron a dejarlo, porque yo estaba dispuesto a dimitir como director general pero a quedarme en la casa porque era un empleado. Lo que me dijeron es que si me iba, mejor. Y bueno, pues, ¿en qué condiciones me voy? Y me dieron unas condiciones parecidas a una prejubilación. Yo hubiera preferido quedarme, con eso lo digo todo. Yo creo que los casos son radicalmente distintos. A mí no me dieron eso en el ámbito de un ERE diseñado para trabajadores de naturaleza distinta no para directivos. Y la situación de la caja tampoco era la misma.

Usted nombró a Roberto López y a María Dolores Amorós. ¿Qué le parece su gestión?
A Roberto López más que nombrarlo lo mantuve nueve años como director general adjunto. Y puedo afirmar con rotundidad que lo hice convencido de la cantidad de cosas positivas que aportaba a la entidad ¿Que discrepábamos en algunos temas? Sí, pero en ese caso se impone el criterio del que está por encima. Su contribución era importante y positiva. Y a María Dolores la elevé al comité de dirección yo. Estoy convencido de que Mayra tenía madera para ser una excelente profesional, y el tiempo que estuvo bajo mi dirección no tengo la más mínima de las críticas sino todo lo contrario. Pero si me preguntas cómo creo que lo han hecho Roberto López y María Dolores Amorós, pues la respuesta es: ¡Mira como está la CAM!

Le he preguntado qué le parece su gestión.
¿Posterior o anterior? Conmigo...

No, cuando usted ya no está.
Su gestión tendrá mil matices, pero se resume en que la CAM ha sido intervenida y ha desaparecido. Por tanto, ¿qué me puede parecer? Negativa. Desastrosa.

¿Le han decepcionado profesionalmente?
No hubiera dicho jamás que su gestión hubiera sido ésta. Decepcionado, pues...sí, porque no encuentro otra palabra, pero no sé si es el término adecuado.

¿Se imaginó alguna vez a María Dolores Amorós delante de un juez o abriendo un telediario?
No. Jamás. No me lo esperaba. Y además, sinceramente, me da mucha pena. Sí puedo decirte una cosa, yo hablé con Mayra a los pocos días de ser designada directora general y le dije: Siento no darte la enhorabuena, pero no puedo dártela y ella no lo entendió; pero estoy seguro de que ahora lo entenderá perfectamente. Porque cuando a ella la designan la CAM ya está hundida. Yo no la eximo de responsabilidades. Toda la primera línea directiva tiene una cuota parte de responsabilidad, unos más y otros menos. Pero ser el último director general de la CAM no debe ser un gran orgullo.

¿Y no le dan pena los que se han quedado colgados con participadas o preferentes?
¡Por supuesto! Esos me dan muchísima más. Sin lugar a dudas. Ellos son las víctimas. Yo espero que se entienda bien el que me dé no se qué ver entrar a Mayra en un juzgado, es una persona a la que no me hubiera imaginado nunca en esa situación. También me dan mucha pena los profesionales de las oficinas que han estado presionados por la dirección para vender esas cuotas, porque se las han vendido a sus familias, a sus amigos. Son los que han dado la cara en esta situación.

Por cierto, ¿usted informaba a sus consejeros? ¿O tampoco se enteraban de nada como han declarado ahora muchos?
Sí, les informaba. Pero no sé si ahora se hacía o no. No todos los consejeros dicen lo mismo. Unos dicen que las actas reflejaban la realidad, otros que no; yo no lo sé, no he estado.

¿Usted hubiera firmado CAM-Caja Murcia o hubiera permitido romper el pacto?
Yo he perseguido toda la vida la posibilidad de esa fusión, pero no se dieron nunca las condiciones para que se hiciera factible. Si lo que yo conozco a través de los medios es tal y como se ha contado, creo que ese fue el último gran error de los gestores de la CAM. Renunciando a lo que hubiera que renunciar, era lo mejor para la CAM, para Alicante y para Murcia.

¿La CAM tenía posibilidades de salir adelante o no?
Yo creo que hay un punto de no retorno que está en 2008. A esas alturas ya está hasta los ojos de inversiones inmobiliarias, unido a que el sector se hunde y el dinero ya no se puede recuperar a un precio razonable. Hubiera tenido salida mejor gestionada, o con un acuerdo con otras entidades que fueran viables. Pero cuando tú lo has hecho mal lo que no puedes pretender, además, es tener todo el protagonismo para ti.

¿Qué opinión le merece el comportamiento de los clientes de la CAM? Su fidelidad.
La CAM ya no existe y no puede hacer homenajes, pero de poder hacerlo debería dedicárselo a sus clientes que se lo merecen. Por eso creo que el Sabadell debía pensarse muy bien, muy bien, el borrar algunas cosas con tanta rapidez. Es verdad que la CAM ha sonado mucho en temas de mala gestión, de abuso o posible abuso de poder de directivos, de factores negativos...pero no es menos verdad que, pese a todo eso, la CAM ha mantenido un suelo de fidelidad de sus clientes increíble y que está asociado al hecho de que la CAM forma parte de nuestras vidas.

Ya que ha nombrado al Sabadell ¿Ha entrado con buen pie? ¿Está respetando la historia de la CAM o es que esa historia ya no merece respeto?
Primero, el Sabadell tiene derecho a hacer lo que quiera y tengo la profunda convicción de que lo que hace es lo que considera mejor. A partir de ahí, yo creo que la historia en conjunto de la CAM es mucho más valiosa que el componente negativo de estos últimos dos años. Abismalmente más importante. Y pienso que, sobre todo, para la gente de Alicante y Murcia, la entidad forma parte de la vida de las personas. Cuántos alicantinos no recuerdan la conferencia de Tierno Galván en el Aula de Cultura, cuántos no han ido a estudiar a la biblioteca Gabriel Miró... la labor de la Obra Social es maravillosa. Además, a lo largo de su historia, la CAM ha sabido desarrollar lo que la sociedad estaba necesitando y el sector público no asumía. Si yo fuera el Sabadell intentaría aprovechar ese potencial. Por eso creo que podría haber conservado la marca, era una opción que no han meditado. Es pronto para valorar cómo han entrado en este territorio, aunque me parece un error la prisa que se han dado en cambiar la imagen corporativa. Pero es un gran banco, de una profesionalidad muy alta.

¿Qué piensa que debe hacerse con las preferentes? ¿Deben tener solución?
El Sabadell está haciendo bien el tema de las preferentes. Y en un breve plazo de tiempo, dentro de la viabilidad, la gente no se va a sentir perjudicada. La cuotas participadas son otra cosa, eso no es un tema suyo. Lo que están haciendo, entre comillas, es un regalo.

Retrátese y no se corte. Con Eduardo Zaplana de presidente de la Generalitat y usted de director general de la CAM, ¿la caja hubiera acabado igual? Con los dos en el ajo, ¿hubiera salido la misma salsa?
Él fue quien no quiso que esa salsa tuviera esos componentes.

¿Y?
Si la pregunta es que si la CAM hubiera estado en una situación parecida con Eduardo Zaplana de presidente de la Generalitat habría sido lo mismo, la respuesta es no. Zaplana se hubiera metido hasta la cintura. Zaplana hubiera tenido más valentía política y coraje para tomar otra postura y yo hubiera hecho otras cosas que las que se han hecho. Pues sí, otra salsa.

¿Se ha plantedo salir a la calle con pasamontañas, o su suerte ha sido dirigir en esta última época una Caja Rural?
¡Ja,Ja! Yo lo expresaría de una forma distinta. Si alguien que no me conoce me pregunta a qué me dedico le digo que soy cajero de Mercadona, con todos mis respetos, porque es una profesión estupenda y ser un alto directivo de la banca en estos momentos no está especialmente reconocido. Los que nos dedicamos al mundo de la banca nos hemos ganado una mirada dura de la sociedad, porque está pagando mucho por la crisis financiera.

¿Es lógico que a los bancos se les rescate y a las personas les quiten la casa?
Tal y como lo plantea no es lógico. Creo que esa forma de plantearlo vende mucho, pero no se ajusta a la realidad ¿Qué significa rescatar a un banco? ¿Podría no rescatársele? Si no se hace puede entrar en un proceso de liquidación y la sociedad perdería más, porque el dinero del banco no es suyo es de los clientes. Y eso provoca un problema gravísimo, porque si los clientes pierden su dinero se produce pánico y éste se contagia y otros también van a sacar su dinero de otro banco y así se cae el sistema. Rescatar un banco es inevitable, es el menor de los males. Pero puesto que es inevitable, la sociedad en su conjunto no debería olvidar que no se puede dejar caer a un banco y que, por tanto, debe de ser una actividad reglada. Ahora estamos hablando de España, pero el origen de la crisis viene de EEUU motivada por su desregulación. Otra cosa es que comprendo perfectamente que una persona trabajadora, más o menos humilde, a la que las circunstancias de su entorno le han llevado a meterse en un charco y pedir un préstamo se encuentre un día con que cambian las cosas y no pueda pagar. Es un drama. Y el tema es que el banco no puede dejar de ejecutar la hipoteca porque de otro modo su situación sería peor. Pero se podrían hacer mejor las cosas para regularizar mejor el sector bancario y hacer cambios normativos que faciliten las cosas a la gente, como la dación de la vivienda en pago.

Se lo preguntaré de otra manera: ¿Por qué tengo yo que pagar el rescate de un banco si a mí, como deje de pagar la hipoteca, nadie me rescata?
Tiene razón. Pero es difícil de solucionar. Por eso no es comprensible que los que tengan cierto grado de responsabilidad no tengan que pagar nada por ello.

¿Hace diez años era capaz de imaginar que sus hijos iban a enfrentarse a este panorama?
La verdad es que no. Claramente no. La economía tiene ciclos, tenía que terminar la etapa de expansión, era evidente, pero no podía prever una crisis de esta magnitud y naturaleza. Sin embargo, analizándolo después, se estaban sentando las bases para que se diera. Las peores crisis son de origen financiero y encima lo están haciendo mal para salir. No sólo el Gobierno de España, que también, sino igualmente los europeos.

¿Qué le parecen las medidas que está tomando el Gobierno?
Creo que tanto este Gobierno, como los dos últimos años del anterior están haciendo lo que les dicta Bruselas. Su grado de autonomía tiende a cero. Puede haber matices, no se les indica por dónde recortar, ahí sí hay un componente ideológico. El tema está en que cuando uno está empachado es bueno no comer demasiado, pero si no comes terminas por morirte. Es un gran error.

¿Esta dieta tan austera que nos han impuesto nos puede conducir a la muerte por inanición?
Absolutamente. Es un tema ideológico. Lo del rescate de los bancos no lo es, pero esto sí. Los economistas profundamente de derechas piensan que el déficit es malo por naturaleza. Y enfrente hay un montón de economistas (que no son sospechosos de nada) que creen que el único sistema viable es el capitalista. Esta austeridad nos va a matar.

¿No hay otra fórmula para salir de ésta que recortando?
Sí la hay. Obama ha estado intentando convencer a Europa para hacer una política coordinada de gastos. Si España se lanzara a una política de gasto muy importante le iría mal, porque se tiene que hacer de forma coordinada entre Europa, EEUU y Japón. Si se crean programas de gasto público enseguida se moverá la economía y aumentarán los ingresos. Los países en vías de desarrollo ya lo están haciendo. Cuanto menos gasto, menos Producto Interior Bruto (PIB) y ni siquiera el ministro de Economía se cree que se pueda cumplir el déficit del año que viene. Sí que hay soluciones, pero España por sí sola no las tiene.

¿Usted entiende la oposición que está haciendo Rubalcaba?
Sinceramente, no he pensado mucho en ello. Creo que es consciente de que la política española no tiene mucho margen. Su forma de hacer oposición me parece un estilo de más responsabilidad y más saludable que la que hacía el PP, pero en términos políticos es un error.

Ya que estamos, ¿sigue militando en el PSOE?
Hace muchísimos años que no. Lo dejé en la etapa final de la CAM, para no caer en conflicto de intereses. Si se milita en un partido hay que ser obediente y yo no lo soy.

¿Cuándo entró en coma el PSOE?
Vamos a ver. Yo creo que el PSPV se jodió cuando Lerma perdió las elecciones en el año 95 y ya no se ha recuperado, ni se le espera. Y en cuanto al PSOE, es como el Guadiana: aparece y desaparece. En la etapa coincidente con la pérdida del poder del PSPV, cuando González deja el partido en manos de Almunia, se suceden acontecimientos malos. Pero luego surge Zapatero y le da un nuevo aire. Fue una opción razonable y con él se han hecho cosas positivas y se ha avanzado en la generacion de derechos y la apertura de libertades. Se equivocó el día en que Bruselas le obliga a hacer lo que tiene que hacer, porque a partir de ahí debía haber convocado elecciones. A corto plazo tengo poca esperanza de que el PSOE despierte.

¿Los indignados tienen razón?
En muchísimas cosas

¿Qué consejo le daría a la gente que lo está pasando muy mal?
[Cambia el gesto, se pone serio y encoge los hombros, visiblemente afectado] No me atrevo a dar ningún consejo. No soy quién para dar un consejo... Daría uno genérico, que por muy duro que sea no se pueden dejar caer los brazos, que hay luz al final del túnel por oscuro que sea, que no caiga en la depresión.

¿Qué piensa de la independencia de Cataluña?
Los primeros que tienen que opinar sobre la independencia de Cataluña son los catalanes. Yo no le tendría miedo al referéndum. Éste es un tema muy serio y se está utilizando. Artur Mas lo ha sacado por motivos políticos y electoralistas, mientras que el Gobierno lo que hace es exacerbar aún más a los catalanes y alimentar más el independentismo. Así que tenemos a CiU jugando con las cosas de comer, que no se juega, y al Gobierno reaccionando mal; y eso puede terminar en cualquier cosa menos bien. No creo que el hecho de convocar elecciones pueda solucionarlo. Cuando le has pegado fuego a la mecha puede que la bomba no explote, pero se corre mucho peligro. Pienso que sería un error para Cataluña y para España, pero también es un error no intentar solucionar un problema que existe. La Constitución no ha servido para solucionar los nacionalismos históricos. Hay que resolverlo. ¿Qué pasaría con la Caixa? ¿Y con el Sabadell? Aquí nadie tiene problemas con el Deutschbank, pero a lo mejor le pegan fuego a la Caixa.

¿Hay que pedir el segundo rescate de España ya o no?
Anteayer. Ayer ya era tarde. El precio está ya básicamente pagado, no creo que pueda haber más condiciones adicionales que sean sustanciales. Pero no parece que Alemania esté por la labor de apoyar en esa dirección. Otra cosa es que nuestro Gobierno tenga la valentía de pedirlo sin garantías de que se lo den. Al final sólo vamos a tener dinero para pagar intereses, que de acuerdo con nuestra Constitución están por encima de la Salud y de la Educación.

¿Es partidario de que Europa pueda intervenir sobre las cuentas de los Estados miembros?
Europa sólo es viable con unidad política. Con un Parlamento elegido entre todos, no la broma que tenemos ahora, y que funcione como un estado federal. A partir de ahí la consolidación fiscal es obvia. A mí me la trae al pairo que la Merkel mande, pero que venga aquí a pedir mi voto.

Con la que está cayendo ¿Qué necesitamos políticos o tecnócratas?
Sin duda alguna, necesitamos políticos. Un gran político siempre será capaz de rodearse de grandes técnicos. Un técnico está para informar y dar apoyo a quien tiene que tomar las decisiones. Un tecnócrata tiene la tentación de tomar decisiones sin dar explicaciones porque se cree en posesión de la verdad técnica y un político debe dar explicaciones y argumentar. Luego hay políticos mejores y peores.

¿España tiene futuro a corto-medio plazo?
Por sí sola el único futuro que tiene es abandonando el euro, lo que supondría pagar un precio altísimo. Yo no quiero eso. Quiero una España dentro de Europa, pero allí se están haciendo mal las cosas y uno de los que las paga es España.

¿Apoya la huelga general convocada para el 14-N?
No estaré en condiciones, porque en esa fecha ya no seré trabajador por cuenta ajena. En serio, entiendo que hay razones para hacerla, pero creo que no va a ser útil.

¿A este paso cree que se podrá mantener el Estado del Bienestar?
Por el camino que vamos, cada vez menos. Si no cambian las cosas se irá deteriorando progresivamente y tendremos un estado de minibienestar.

¿Se atreve a aventurar una fecha final de la crisis?
La verdad es que no veo donde puede estar el fin, porque no veo cuando vamos a corregir las políticas europeas que se están llevando a cabo.

Descendiendo a la Comunidad Valenciana, ¿tenemos salida tras haber destruido el tejido productivo?
Afortunadamente tenemos un sector con un gran potencial, el turismo. Pero no podemos vivir sólo de eso. Resulta imprescindible ir reestableciendo un tejido industrial que no puede sobrevivir en un mundo que ha cambiado muchísimo. Pero no soy optimista, porque no veo que se desarrollen políticas microeconómicas que incentiven en esa dirección.

¿Qué pasa en esta tierra? ¿Somos más tolerantes con la corrupción por herencia fenicia? ¿Por pasotismo? ¿Usted qué opina?
Me lo he preguntado muchas veces, pero no tengo ni idea. Sí conozco a personas que se han dedicado a pensar sobre el tema, como Joan Romero y hablan de una especie de italianización o berlusconización de la sociedad valenciana. Pero es incomprensible.

Usted ha sido director general de Economia de la Comunidad Valenciana, director general de la CAM, de créditos del ICO, de la Caja Rural... ¿Alguna vez le han intentado comprar?
No. O si lo han intentado he sido tan torpe que no me he dado cuenta. He llegado a pensar que los que pretenden hacer eso tienen cierta habilidad para detectar quién puede ser más receptivo.

¿De qué mal estamos muriendo en la provincia de Alicante?
No estamos muriendo. Estamos en una situación delicada. En esta provincia, por norma general, las crisis suelen ser más agudas que la media y las expansiones también. Por eso estamos peor. Estamos peor porque no hemos sido capaces de desarrollar una economía adaptada a los requerimientos de finales siglo XX y principios del XXI. Tengamos en cuenta que nuestras fortalezas han sido la construcción residencial, los servicios dedicados al turismo y la industria manufacturera.

¿Cuál es su diagnóstico del empresariado alicantino y las entidades y asociaciones en las que se agrupan?
La provincia de Alicante tiene algunos empresarios destacadísimos y brillantes. Por otra parte, tenemos unas estructuras administrativas francamente débiles y que han ido a peor.

¿Cree que hace falta un lobby potente de empresarios alicantinos?
Sí, sin lugar a dudas. Lo tengo muy claro. Otra cosa es que sea fácil o que ellos perciban la oportunidad. Estoy pensando en los muy buenos, pero lo que sucede es que éstos se dedican básicamente a sus empresas.

Siempre pueden contratar a alguien que se ocupe.
Sí, es una opción

¿El victimismo de Alicante frente a Valencia tiene una base real?
Ha habido un tratamiento desequilibrado para Alicante, pero también creo que existe un victimismo no justificado. Yo creo que las cosas no se resuelven llorando. Y es verdad que ha habido un cierto desequilibrio que, además, está cuantificado. La centralidad de Valencia se ha llevado un grandísimo peso. Por otra parte, muchas de las inversiones que ha hecho la Generalitat en Alicante han sido un despilfarro. ¿Lo mejor que se podía hacer con el dinero que costó la Ciudad de la Luz era eso? Francamente, no lo creo.

¿A usted qué le parece cómo está Alicante?
Me da pena verla. Me encuentro con una ciudad sucia, sin proyectos. Una ciudad con unos privilegios naturales increíbles que no sabemos aprovechar. No hay modelo de ciudad. Además, la ciudad no la está haciendo ni diseñando el Ayuntamiento de Alicante. La ciudad crece desordenadamente porque la hace quien tiene capacidad para hacerlo y le dejan. No es que sea una única persona. Son más de uno y de dos.

Estos días están declarando en el Tribunal Superior de Justicia la alcaldesa de Alicante, imputada por presuntos delitos de corrupción, al igual que su antecesor en el cargo ¿Cuál es su opinión ante esta situación?
Pues no me gustaría estar en su piel. Carezco de la más mínima información. Sé lo que he visto en la prensa, pero no me atrevería a opinar sólo por lo que he leído. Creo que, en general, no en estos casos concretos, tenemos una cultura muy poca sana. La sociedad reclama poco. Yo creo que cuando existe, aunque sólo sea de una forma aparente, una duda sobre la honorabilidad de las personas públicas, lo primero que tendrían que hacer es abandonar su cargo para defenderse mejor. Claro que eso debería de ir acompañado de otras medidas, como por ejemplo que no haya ninguna denuncia falsa que quede impune.

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