Portada Quiénes somos Afíliate Contacto

Sindicato Alta

Portada

Qué es ALTA

SECCIONES

DOCUMENTOS

Convenios Banca

Documentos subidos

Afíliate

Contacto

 
 

Portada

Os pusísteis como motos

La Cronica Virtual, recopilado por Sindicato Alta - 28/08/2012

 

Podemos considerarlo como el cuarto mejor valor financiero (sic) y sitúa a la CAM como entidad financiera de referencia en el mercado español” (El País, 30/1/2009).

 

JUAN NAVARRO 

“Ello significa que CAM muestra su estabilidad y proporciona tranquilidad al inversor (declaraciones de Roberto López Abad, director general de la CAM al mismo diario). “Las cuotas CAM caen un 15% en tres días. El consejo de administración de la CAM, aprueba comprarlas por 4.77 euros pero el mercado desconfía de que el FROB mantenga el precio de recompra previsto para septiembre”. (Expansión 27/7/2011).

“En un escenario de grave crisis financiera, la devaluación de las cuotas, caso de producirse, apenas alcanzaría el 1% de su valor y no buscamos una alternativa para financiar a la Caja, se trata de una emisión testimonial” (Roberto López Abad).

“El valor de las cuotas se sitúan en una horquilla que fijará un valor máximo, pero que intentaremos ajustar con el fin de que no se produzcan sorpresas” (José Pina Galiana, secretario general de la CAM), “Esta emisión de cuotas significa que el Banco de España nos autoriza a ampliar nuestra participación del 10% del Banco de Guayaquil” (Roberto López Abad), declaraciones de los referenciados al diario información en el período 24 de mayo a 4 de junio de 2008.

El mismo 25 de mayo de 2008, el catedrático de economía aplicada, que, por lo que se ha visto y comprobamos una vez más, no sabe aplicar la economía, Martín Sevilla Jiménez, escribió un artículo soporífero, tan habitual en él, con su académica e ininteligible pluma, del cual entresacamos: “Debemos tomar decisiones que contribuyan a salir de la incertidumbre del futuro de las cajas y de la economía”, afirmando a continuación, que emitir las cuotas era un mecanismo necesario para disminuir esa incertidumbre. (Información 25/5/2008). De acuerdo a datos oficiales de la Caja, el susodicho catedrático, consejero, secretario de la comisión de retribuciones de la CAM y presidente de Gesfinmed, Martín Sevilla Jiménez, que cobraba y bastante más que cualquier directivo medio de la caja, no compró ninguna cuota. Esa era su forma de contribuir a “salir de la incertidumbre”; como decía Joan Manuel Serrat: “Bien me quieres, bien te quiero más no me toques el dinero”, ¿Verdad Martín?.

Las cuotas participadas de la CAM, salieron a bolsa con un valor de 5.84 €. El director general de la CAM entonces, insistía en sacarlas por encima de siete euros, pero tanto Luis de Guindos (que apellido tan fantástico para la estafa y trinquete, es como Emilio Botín, apellido perfecto para un banquero.), presidente de Lehman Brothers, hoy ministro de economía, como Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales S.A., opinaron lo contrario. Con un 5.84 ya estaba demasiado bien.

El día de la salida a bolsa de la CAM , Roberto López Abad, Juan Ramón Avilés, presidente de la Comisión de Control y Ángel Martínez, Vicepresidente primero de la entidad, aparecieron en una foto, digna de la posteridad absoluta, en la bolsa madrileña. Mientras López Abad tocaba la campana virtual, Avilés y Martínez, murcianos ellos le hacían el coro. Parecían los chunguitos.

Se había movilizado a toda la red y a las amistades de “cajas hermanas”, para que arrimasen el hombro. “¡Hombre Manolo, no me dejarás tirado, ¿verdad?, Sería muy bueno que la caja que tú diriges, comprase tantos millones de euros!. ¡Hombre Galloso, acudimos en tu ayuda cuando lo de Adolfo Domínguez, ¿recuerdas?, no nos dejarás ahora en la estacada, ¿verdad?. Ya sabes, hoy por ti y mañana por mí, además detrás de la operación están Ontiveros y de Guindos!”. Y todos ellos pensaban: “Por eso no me fio, porque detrás están Ontiveros y de Guindos”.

Incluso fueron capaces de endosarle al fondo de pensiones de todos los empleados de la CAM, creado por don Curro Oliver Narbona, para asegurar, ya en 1980, una vejez decente a los empleados, dos millones de euros en cuotas y los miembros del comité de control del fondo representantes del personal, es decir: los sindicatos, a callar y a barajar; “¡Ché pito, como voy a votar contra Roberto si ha metido a mi hijo!”

Pero las cuotas, al poco tiempo de estar en el parqué, comenzaron a bajar y se situaron en 3.25 euros. Nuestro héroe comienza a ponerse nervioso y tira de teléfono: ¡”Pero bueno, Emilio, qué pasa que esto no funciona!”, “No te pongas nervioso, verás como en breve suben”.

Dicen, yo no me lo creo, que el presidente de AFI, cobró a la caja, 20 M de Euros, por todos los conceptos, en la época que comprende 2007-2011. José Pina Galiana, secretario general de la CAM era consejero de AFI.

José González Baeza es una buena persona, excelente profesional y hombre discreto. Hace unos años, la vida le asestó un buen latigazo y el bueno de Pepe González puso al mal tiempo buena cara y “La cerveza que tomé para el desayuno no estuvo mal, por tanto, tomé otra como postre, me afeité la barba y peiné mi pelo; elegí la camiseta menos sucia y bajando a trompicones la escalera, salí a la calle a encarar el día (Sunday morning, coming down, K. Kristofferson).

Pepe González, subdirector general de la CAM, director general de Gesfinmed, jefe de valores y muchas cosas más, pero por encima de todo un hombre enamorado de su caja y buen profesional, entró silencioso, como es él, en el despacho del director general y le informó de que las cosas así no se hacen y que mucho rollo de Analistas y Lehman Brothers, pero las cosas se hacen de diferente manera. ¿”Tienes 100 millones de euros”?, Roberto asintió. Pues ponlos en una sociedad nueva que creamos ahora mismo y te garantizo que las cuotas van a llegar hasta el infinito sideral y planetario. “No jodas”, contestó nuestro héroe con un ataque de hipo, llamando a María Teresa para que le trajese un “tranquimazin”. Y eso, ¿cómo se hace?, muy sencillo, afirmó su interlocutor. Cada vez que se produzca una orden de venta, compramos y enviamos una orden para comprar más, de esta forma no se desploma la cotización; el problema vendrá cuando los 100 millones se terminen, pero si tenemos en cuenta que la emisión ha sido de 300 M y se cubrió en su totalidad, pues ¡echa cuentas!.

Cualquiera que haya visto la película “El gran farol” de Ewan Mc Gregor, sabrá de lo que estoy hablando.

Roberto quedó pensativo, fijaba la mirada vidriosa y aturdida en el gran cuadro “la puerta del Mediterráneo” de García Mompó, encima de un sofá, dónde, en tiempo pasado, Gisbert hacía de doña Inés y yo de don Juan, y viceversa, dependiendo del “state of mind” del individuo y las copas de “1866 Larios”, ¿Recuerdas Juan Antonio?

El bálsamo de Pepe González fue como el ungüento de Cañizares que vendía la farmacia Nicolau, en Alfonso el Sabio; las cuotas arribaron a cotizar a ¡7.25! euros. Aquello fue la locura. En 2010, todos los días, el diario CAM que parieron Llorente y Cuenca y dirigía Francisco Monllor Fuster, afirmaba: “Mientras las acciones de los bancos entran en barrena, las cuotas CAM se convierten en un valor en alza y genera beneficios a sus poseedores” y por ahí.

“Ardor guerrero” afirmaba Agustinet; Salvador Cases, se desmelenaban ante el genio indudable del líder carismático y entraba en trance. “Sacamos pecho o nos callamos” y rápidamente un clamor: “¡Sacamos pecho!”. Pero la realidad es tozuda y “no hay mal que no cure y bien que nos dure cien años (Aute)”.

Algunos consejeros compraron cuotas; José Enrique Garrigós, Armando Sala y otros. Los directivos del Comité de Dirección, como sabían de qué iba la vaina, aconsejaron la compra a sus “colaboradores” pero ellos no compraron ninguna; a lo suma algo testimonial; María Dolores Amorós Marco, 30 euros, Agustinet 35 euros, pero todos aconsejaban comprar las cuotas. Por cierto: ¿Alguien sabe cuantas cuotas compró Roberto López Abad?. Sería interesante saberlo ahora. Muchos directivos de escalones medios o gerentes de empresas participadas, mostraban su confianza en la empresa comprando cuotas y así lo hicieron. Ellos, sus hijos y demás familia; era su obligación. O confías o no confías y si no confías, una carta y te vas a casa. Roberto López Abad, no compró cuotas, por el contrario y tras su divorcio de su primera mujer, casó con una compañera de la caja. Los empleados con antigüedad anterior a 1980 tenían como premio matrimonial el importe del sueldo dividido por doce y aunque López ya lo cobró en su primer matrimonio, lo volvió a cobrar en el segundo. Rondó los 36.000 euros el citado premio.

Un consejero obtuvo unas plusvalías en la venta, cuando llegaron a 7.25 Euros, cercanas a los 30.000 euros que luego, debido al escandalazo, parece ser que devolvió comprando cuotas, aunque ignoro si invirtió todas las plusvalías o fue algo testimonial; el nombre del consejero es Pere Joan Devesa, entonces presidente de la patronal hotelera Hosbec y propietario del Hotel Poseidón de Benidorm. No consta que Modesto Crespo Martínez, Ángel Martínez, Juan Ramón Avilés, Martín Sevilla Jiménez y demás caterva de aprovechados de las situaciones, compraran ninguna cuota. A lo que se ve, el catedrático de economía aplicada de la Universidad de Alicante, supo, en este caso, aplicar la economía, puesto que era su propio patrimonio el que se jugaba. Una cosa es predicar y otra dar trigo. ¿Verdad querido? “Es momento de despejar incertidumbres en las cajas y las cuotas es un buen ejemplo para ello” (Martín Sevilla, diario Información, 25 de mayo de 2008).

Esta frase la hubiese podido firmar Bernard Madoff, el presidente de Bernard Madoff Securities investments, Fairfield Sentry y Optimal (Grupo Banco de Santander), actualmente en la cárcel por estafa piramidal, o el propio George W. Bush, o Dominique Strauss-Kahn, pero jamás un miembro destacado del Partido Socialista Obrero Español, versión valenciana, catedrático de economía aplicada y solidario hasta el final.

Cuando las cuotas se desinflaban y el capital de la sociedad creada para su mantenimiento iba disminuyendo, Roberto López Abad decidió regalar 1.200 euros lineales a todo el personal fijo de la CAM y participadas.

Previamente, en la locura de la huida hacia delante, vendieron todo. El 49% de la correduría de seguros se vendió a Aegon; el 49% del negocio de las tarjetas de crédito se vendieron a General Electric Financiera, colocando al frente de la empresa mixta creada a Eleuterio Jover, tras rescatarlo de Mediterranean Houses, empresa creada para vender en toda Europa multitud de pisos y chales en la costa mediterránea. Medhouses, tras múltiples pérdidas tuvo que cerrarse y entonces, ante el acojono general de “Juan, cada piso o chalet que vendemos, nos entran cien” (declaraciones de un director de zona de Alicante al autor de este comentario), se creo Mediterranean, empresa en la que CAM tiró la casa por la ventana. Una huida hacia delante para intentar vender los inmuebles que entraban todos los días procedentes de impagos de hipotecas y a cuyo frente colocaron a otra maravilla del Credo: Carlitos de Ros Wallace, brillante, elegante, guapo y con un inglés como lengua materna que deslumbraba a la panda de ignorantes de la sexta planta.

En 2004 se vendió la empresa CAM Agrícola a COARVAL, cooperativa agrícola valenciana, en unas condiciones extrañas. Había prisa por realizar patrimonio. El autor de la venta fue José Pina Galiana, director general de inversiones empresariales. El valor del patrimonio inmobiliario de CAM Agrícola superaba, entonces, con creces el precio de venta, pero todo estaba justificado en orden al crecimiento de la caja. “Esta caja es tres veces más grande que en 2001 cuando se marchó Juan Antonio”, me aseguraba Teófilo Sogorb a lo que yo contestaba: “¿Y es tres veces más sólida y segura?”

Cuando ya no quedaba nada por vender, hicieron otra jugada “maestra”: a pesar de tener una empresa mixta con seguros Aegon para vender seguros en la red de oficinas, López Abad crea una correduría nueva y presume: “Pina: ¿Cuál fue el capital social de la nueva correduría que hemos creado?”, a lo que el interpelado contestó: 1 Millón de euros. ¿Por cuánto la hemos vendido a CASER?, siguió preguntando López Abad. Por 100 Millones de euros, contestó Pina. Obviamente Aegon se olía la jugada y reclamó a la caja 125 Millones de euros. En la actualidad se ha recomprado a Aegon su parte en Mediterráneo seguros.

Cuando ya nada hubo que vender, cuando ya no se podía exprimir más a las participadas para que suministrasen resultados a la caja, cuando ya estaba todo el balance contable vendido, decidieron vender el balance social: La confianza en la entidad bicentenaria.

Y esa confianza se quebró sacando a la venta un nuevo producto: Cédulas preferentes y estructurados. La estafa radicaba en el siguiente mecanismo: La caja tenía miles de clientes en cuentas a plazo fijo las cuales a su vencimiento, la caja tenía que devolver el dinero, por ello cambiaron las imposiciones a plazo por las preferentes, de tal forma que ofreciendo un interés superior, se desentendían de la devolución al vencimiento; únicamente se ponían en cola y si había algún cliente interesado, se le vendían a ese cliente y entonces devolvían el dinero al primer impositor. Es decir, la caja eliminaba de un plumazo la obligación de devolver la imposición. Al mismo tiempo, la letra pequeña del contrato afirmaba: “la caja no está obligada a pagar intereses por este producto en el caso de que se produzcan pérdidas”.Ese producto diabólico era desconocido por la inmensa mayoría de los clientes, los cuales lo compraban debido a la confianza infinita que tenían en el jefe de la oficina o en el empleado que los atendía de forma habitual. “Doña María, ese dinero está tan seguro como en un plazo fijo, o mejor”.

De esta forma se obtuvieron 1.300 millones de euros adicionales. Ya estaba todo vendido: Unión Fenosa, Abertis, CAM Agrícola, titulizadas las hipotecas, todo vendido y enterrado en el ladrillo: Polaris World, El Pocero, Seseña, Succina, Santomera Golf, Gradiente entrópico, y cientos de inversiones que llevaron a la entidad bicentenaria fundada por Eleuterio Maissonnave Cutayar a la quiebra.

En 2007, Roberto López Abad, pensando en lo que se acercaba, remodeló el comité de dirección, pero de ello hablaremos la próxima semana.

He encontrado una maravilla que hacía años no escuchaba. Se trata del grupo Foreigner, formado con antiguos miembros de King Crimson y Led Zeppelin, que en 1984 publicó su único tema que llegó a número 1: I Want to know what love is. Se lo recomiendo querido lector para determinados momentos de melancolía:

I gotta take a little time / a little time to think things over / I better read between the lines

In case I need it when I get older.

I wanna know what love is / I want you to show me / I wanna feel what love is
I know you can show me.

“Debo tomarme un tiempo / un poco de tiempo para pensar las cosas / o mejor leo entre líneas en caso de que lo necesite cuando sea viejo.

Quiero saber qué es el amor y tú puedes enseñármelo, quiero sentir que es el amor y sé que tú puedes mostrármelo.

Con esta delicia nos despedimos hasta la próxima semana.

Continuará.

 

 

 

 

  Ir a la web Ver artículo original

Volver a la sección

 
     
 
 
 

Últimas noticias

 
   
 

Destacado

 
 

 
 

Lotería Nacional. Sorteos Extraordinarios de Navidad y del Niño 2023-2024
Si deseas participar en el Sorteo Extraordinario de Navidad y/o del Niño de la Lotería Nacional, que se celebrarán los próximos 22 de diciembre de 2023 y 6 de enero de 2024, este Sindicato te ofrece participaciones de 10 € en cada uno de los siguientes números: Sorteo de Navidad 2023: Nº 10324  Sorteo del Niño 2024: Nº 52796 Se juegan 8 € por cada participación de 10€

 

 

 

 
 

Protección de datos | Aviso Legal | Política de Cookies | Contacto| Establece Sindicato ALTA como tu página de inicio | Añade Sindicato ALTA a tu favoritos

Sindicato ALTA © 2024 - NS